La Gran Final

 

Tras esta jornada de Champions League, fantástica cómo todas, merece la pena recordar la que para muchos, es la mejor final de la historia.

El 26 de Mayo de 1999 en el Camp Nou de Barcelona, se enfrentaban dos colosos del futbol europeo, el Manchester United y el Bayern Munich, tratando de alzarse con el título, y así conseguir el ansiado triplete, ya que ambos ganarían la Liga y Copa en sus países. Pero solo uno lograría alcanzar la gloria de la victoria.

Los dos equipos contaban con bajas sensibles para la Final, Lizarazu y Elber por parte del Bayern, mientras que Alex Ferguson no podía contar con Berg, Roy Keane ni Paul Scholes, de modo que los onces titulares quedaban así:

El partido, dirigido por el Italiano Pierluigi Collina, se puso, desde el inicio, de cara para el conjunto Alemán, ya que una falta cometida por Ronny Johnsen sobre Jancker, en el minuto 6, fue convertida en gol por Mario Basler, con un magistral libre directo. El resto del primer tiempo, el Manchester se hizo con el control del balón, pero no lograba inquietar demasiado la portería de Oliver Kahn, viéndose superado en el centro del campo dónde notaba demasiado sus ausencias. Creando el Bayern el peligro a la contra.

El segundo tiempo comenzó con el equipo teutón dominando el encuentro y llevando todo el peligro. Ferguson dio entrada a Teddy Sheringham sacando del terreno de juego a Blomqvist, pasando así a jugar con tres delanteros. Pese a ese cambio el Bayern continuaba dominando y pudo sentenciar el partido con un remate de Scholl al palo. En el minuto 81 Alex ferguson gastaba toda la pólvora y daba entrada a Ole Gunnar Solskjaer  por Andy Cole, justo después, Carsten Jancker  tuvo el partido en sus botas cuándo su remate de chilena se estrelló en el travesaño.

Llegado el minuto 90, el equipo Alemán saboreaba el triunfo, su entrenador Ottmar Hitzfeld se veía ya campeón cómo dos años atrás con el Borussia Dortmund. El árbitro indicó que serían tres los minutos de añadido, cuándo el Manchester lograba un córner a su favor, David Beckham buscó un centro preciso a la cabeza de Peter Schmeichel, que sin nada que perder había subido al remate, el Danés no consiguió cabecear el balón, pero tras varios rechaces la pelota llegó a Teddy Sheringham, que la empalmó al fondo de la red en el minuto 91.

La alegría estalló entre los diablos rojos que habían forzado la prórroga, en un partido que tenían casi perdido. Con la alegría del empate, tras el saque de centro del Bayern, el equipo Inglés robó la pelota y forzó un nuevo saque de esquina, los nervios se apoderaban del equipo Bávaro, muy tocado tras el gol del empate. Otra vez la diestra de Beckham ponía el centro, esta vez para que Solskjaer, tras tocar Sheringham de cabeza, rematara el balón a gol. 

Un gol que daba la gloria a los Red Devils, una gloria inesperada, que enloquecía de felicidad a los ingleses y dejaba desolados a los jugadores alemanes, en unas imágenes que han pasado a la memoria de todos los aficionados al futbol y de todos los que vimos esa final y no podíamos creer lo que había ocurrido.

Marouane Fellaini. Un Jugador Total

El Everton está viviendo, en la actualidad, un gran momento en la Premier League, luchando con los más grandes por un puesto de Champions League, y buena culpa de su éxito, es de Marouane Fellaini, un centrocampista que está rindiendo de forma espectacular y ya ha llamado la atención de los clubs más grandes del continente.

Marouane Fellaini - Bakkioui, belga de origen marroquí, nacido en Etterbeek, a las afueras de Bruselas, el 22 de Noviembre de 1987. Es el hombre que tiene cautivado a todo el panorama futbolístico ingles e internacional esta temporada. Un jugador que no solo destaca por su prominente cabellera y su envergadura, si no por todo el futbol que lleva en sus botas. Estamos hablando sin duda de una nueva estrella, que está llamado a dominar los terrenos de juego europeos durante muchos años.

Este carismático futbolista, de 1,94 metros de altura, destaca en primer lugar por su enorme envergadura y su poderoso físico, que le convierten en un jugador prácticamente infranqueable, tanto en el uno contra uno, ya sea por habilidad o por velocidad; como en el juego aéreo. Un físico que le permite ser uno de los mejores, si no el mejor futbolista de la actualidad en el juego aéreo, ganando casi todos sus duelos, tanto en ataque cómo en defensa, lo que supone una importante baza para su equipo. Además del juego aéreo, es un excepcional recuperador de balones, siendo el mejor de la temporada pasada en esta faceta en la Premier League, en parte debido además de su físico a su buen posicionamiento dentro del terreno de juego y su capacidad de anticipación, cubriendo gran cantidad de espacios en el terreno de juego.

Aparte de tener una enorme talla, posee una capacidad física grandísima que le convierten en un futbolista total, con un recorrido increíble, un autentico “box to box”, no en vano también está entre los futbolistas con mayor distancia recorrida la temporada pasada. Es un hombre capaz de correr incansable durante los 90 minutos del partido, pudiendo llegar al ataque con una facilidad tremenda y siendo un hombre fundamental para su equipo en tareas defensivas, ya que realiza una presión asfixiante sobre la salida del balón del rival. 

Su gran altura y derroche físico no le impide ser un futbolista dotado de una buena técnica con la pelota en los pies, y eso se nota cada vez que recibe el balón, sin ser un organizador, ni un cerebro en el juego. Desarrolla más una labor de llegador y destructor. Un comodín para su equipo. Con el paso de los años ha ido adelantando su posición en el centro del campo, pasando del doble pivote defensivo, a actuar como mediapunta, siendo la clave del juego de su equipo, una pieza fundamental en tres cuartos del terreno de juego, tanto generando jugadas para sus compañeros, debido a su facilidad para ganar balones por alto, cómo llegando desde segunda línea. Esto queda demostrado por su capacidad goleadora, esta temporada ha anotado 8 goles en solo 14 partidos jugados, dónde también ha repartido 4 asistencias.

Desde que llegó al Everton en verano de 2008, al final del periodo de fichajes, procedente del Standard de Lieja, a cambio de cerca de 20 millones de euros, Fellaini no ha dejado de crecer como futbolista y se ha convertido en un ídolo para la afición Toffee, y su poblada y peculiar cabellera es alabada por todos.

Internacional con la selección de Bélgica desde 2007. Es también un pilar fundamental en el combinado belga, dónde, acompañado por la magnífica generación de futbolistas surgida en ese país, espera llegar a las cotas más altas.

Tras unas temporadas en las que las lesiones no le permitieron jugar todo lo que quería y ser muy regular, la temporada pasada fue la primera que disputó completamente, dejando claro de lo que es capaz. Esta temporada está volviendo a demostrar que no tiene límites y parece que el Everton se le puede quedar pequeño, a no ser que el conjunto de Liverpool alcance la Champions League este año. De no ser así parece bastante claro que uno de los grandes de Europa se hará con los servicios del jugador de moda en este momento, aunque el Everton no lo dejará salir a cualquier precio y sin duda revolucionará el mercado. Su temporada no esta pasando desapercibida y ha sido nombrado cómo mejor jugador de la Premier League en el mes de Noviembre. Lo que está claro, es que todos quieren contar con este jugador total, Marouane Fellaini, un autentico “box to box”.

Sánchez Miño. El Timón Xeneize

Boca Juniors siempre ha sido una inagotable cantera de buenos futbolistas y el último ejemplo de ello es Juan Sánchez Miño, un joven de 22 años que ya es el nuevo timón de Boca.

Juan Manuel Sánchez Miño, nacido en Buenos Aires el 1 de Enero de 1990, llegó a las inferiores del cuadro Xeneize en 2001 y a partir de ahí ha ido escalando peldaños hasta consolidarse en el primer equipo, tras su debut en el Apertura de 2010, de la mano de Roberto Pompei.

Sánchez Miño es un futbolista muy polivalente, sin una posición aun perfectamente definida, puede actuar como volante izquierdo en el que sería su puesto más natural, si bien ha jugado muchos partidos como lateral izquierdo dónde también rinde a buen nivel. También puede actuar como cerebro del equipo, en el medio, una función que para muchos es la que mejor se ajusta a sus características, y dónde más destaca. O como él mismo se ha descrito, es un cinco al que le gusta jugar.

Sin duda se trata de un jugador diferente, muy inteligente, con gran técnica y una enorme visión de juego, que lo convierten en el futbolista más determinante de este Boca Juniors que no anda muy sobrado de hombres que marquen la diferencia. 

Es un futbolista potente pese a no ser muy corpulento. Zurdo, destaca por la precisión de sus envíos con la pierna buena. Otra de sus mejores virtudes es la gambeta en espacios cortos, dónde sabe esconder muy bien el balón y es muy difícil robárselo. Tiene un buen disparo lejano y un excelente golpeo a balón parado. Es su gran manejo de la pelota lo que le hace destacar y lo convierte en una pieza clave en su equipo, siendo el gran referente y el hombre entorno al que se mueve el juego. Algunos ya le quieren comparar con Riquelme, y  encontrar en él al símbolo que sustituya a Román en el club Xeneize, el propio Riquelme ya ha dicho de él que tiene algo especial, aunque aun parece un poco temprano para eso y es difícil que llegue a su nivel.

Desde que se ha asentado como titular en Boca Juniors, pese a que ahora se encuentra lesionado, ha ido aumentado el protagonismo de rol en el juego, pasando de jugar como lateral izquierdo hasta ser el cerebro del equipo, algo que el mismo pidió, y Falcioni terminó por concederle. Sus actuaciones no han decepcionado ha nadie, hasta el punto que los equipos europeos ya se han puesto manos a la obra para atar a la nueva joya de Boca, el Nápoles ya se ha mostrado muy interesado, pero el club no le dejará salir a cualquier precio, eso seguro.

Ya ha sido llamado en 2012 por la selección argentina, para disputar, frente a Brasil, el Superclásico de las Américas.

Sánchez Miño, un futbolista tímido, muy querido, tanto por la plantilla de Boca como por el público, debido seguramente a su profesionalidad y su respeto por este deporte. Jugadores así, en el fútbol actual no pueden faltar y él, ya está demostrando que se merece un sitio entre los mejores, dando día a día muestras de su clase.

Zitarrosa canta a Garrincha

Un futbolista único, un jugador del que dicen ha sido el mejor regateador de la historia. Mané Garrincha "alegria do povo", la alegría de pueblo, cómo se conocía a este genio, que enardecía y enloquecía no solo a estadios enteros sino a todo un pueblo.

Este mago del balón logró que el regate ascendiera al peldaño de arte, era un malabarista del balón, los defensas rivales, solo podían mirar atontados la magia que salía de sus deformes piernas. Era un maestro del engaño, escondía la pelota y la mostraba cómo si el fútbol solo fuera, lo que siempre fue para él, un juego.

Este futbolista con nombre de pájaro bobo y feo, conoció la gloria, mejor futbolista en su puesto en el mundial del 58 y el mejor jugador del torneo en el mundial del 62.

Sin duda la suya fue una vida de ida y vuelta, creció en la miseria y desde pequeño parecía imposible que llegara a ser futbolista, debilitado por el hambre y la enfermedad, con la columna torcida, una pierna mas corta que otra, zambo y una mente como la de un niño, o eso parecía, alomejor solo le gustaba vivir sin preocupaciones, cómo si aun fuese un niño. Triunfó y fue la "alegria do povo". También necesitaba la gloria fuera del campo y tal vez por eso vivía para la noche, el alcohol y las mujeres. Mientras estuvo en la cumbre todos le adoraron, pero cuándo todo eso acabó Garrincha murió sólo, enfermo y en la pobreza. 

Posiblemente nadie haya plasmado, en una canción, el fútbol de un genio, cómo Alfredo Zitarrosa lo hizo con Mané Garrincha. Una canción que este gran artista uruguayo dedica a otro gran artista, pero con los pies.

Lo lleva atado al pie, como una luna atada al flanco de un jinete,
lo juega sin saber que juega el sentimiento de una muchedumbre,
y le pega tan suave, tan corto, tan bello,
que el balón es palomo de comba en el vuelo,
y lo toca tan justo, tan leve, tan quedo,
que lo limpia de barro y lo cuelga del cielo,
¡y se estremece la gente, y lo ovaciona la gente!

Lo lleva unido al pie, como un equilibrista unido va a la muerte,
lo esconde –no se ve–, le infunde magia y vida y luego lo devuelve,
y se escapa, lo engaña, lo deja, lo quiere,
y el balón le persigue, le cela, le hiere,
y se juntan y danzan y grita la gente,
y se abrazan y ruedan por entre las redes,
¡y se estremece la gente, y lo ovaciona la gente!

¿Quién se llevó de pronto la multitud?
¿Quién le robó de pronto la juventud?
¿Quién le quitó de un golpe el hechizo mágico del balón?
¿Quién le enredó en la sombra la pierna, el flanco y el corazón?
¿Quién le llenó su copa en la soledad?
¿Quién lo empujó de golpe a la realidad?
¿Quién lo volvió al suburbio penoso y turbio de la niñez?
¿Quién le gritó en la cara: –Usted no es nada, ya no es usted?
Ya no es usted, señor, ya no es usted.

El último balón lo para con el pecho y junto al pie lo duerme,
lo mira y sólo ve cenizas del amor que estremeció a la gente,
y lo pierde en la hierba, lo deja, lo olvida,
no lo quiere, le teme, no puede, no atina,
y se siente de nuevo enterrado en la vida,
y el balón se le escapa entre insultos y risas,
¡y se enfurece la gente, y le abuchea la gente!